Depilación a la cera
La depilación a la cera, es unos de los métodos más utilizados por las mujeres. Existen dos tipos de depilación a la cera, que son cera caliente y cera fría o tíbia.
La depilación a la cera consiste en arrancar el pelo de la parte del cuerpo que desees.
Depilación con cera caliente
La depilación con cera caliente, como su nombre indica, se tiene que calentar, con lo que es más fácil distribuirla sobre la piel. Se debe aplicar por capas, y siempre hay que tirar en dirección contraria al crecimiento del pelo.
Al estar la cera caliente, ayuda a abrir los poros y así facilitar la extracción de los pelos.
Si tienes alguna zona irritada, te recomendamos que no apliques este método por esa zona.
Si tienes varices o escamas en la piel no la apliques sobre esas zonas, y si te se irrita la piel, aplica alguna crema especial para aliviar esa irritación.
Depilación con cera fría
La depilación a la cera fría, se aplica mediante bandas que se aplican directamente con la piel y se retiran con un tirón rápido.
Este tipo de cera se puede aplicar con espátula o roll on. Si te queda algun pelo por quitar, puedes utilizar las pinzas para eliminarlo.
En algunas ocasiones, la depilación a la cera, puede enrocejer la piel, que suele desaparecer en unas horas.
El pelo arrancado de la depilación a la cera, suele tardar en salir entre tres o ocho semanas, y el posterior crecimiento del pelo suele estar más debilitado , por lo que és más fácil para depilar posteriormente.
Consejos
Si no te quieres quemar con la depilación a la cera caliente, cuando la apliques no la dejes demasiado tiempo sobre la piel, sólo el tiempo justo, cuando acabes de hacerte la depilación a la cera, aplica un mousse calmante o un poco de polvos de talco.
La depilación a la cera, es uno de los métodos más utilizados, aunque hay muchas otras técnicas para eliminar el pelo, así que elige la que más te guste.